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Lula González

Marketing Grupo Luxury Care

Mas allá del cuidado físico.

María, una mujer de 80 años que, tras una fractura de cadera, ingresa en el centro sociosanitario. El dolor físico es evidente, pero lo que más le angustia es la incertidumbre, la soledad y la pérdida de independencia.

Juan, auxiliar de enfermería que, además de atender sus necesidades médicas, se sienta a su lado, le toma la mano y le pregunta cómo se siente. Le habla con cariño, le cuenta anécdotas divertidas y le asegura que estará a su lado en cada paso de su recuperación.

¿Cuál de estas dos experiencias crees que tendrá un mayor impacto en la recuperación de María?

Aunque hemos sustituido los nombres reales, en Privilegium, entendemos que el cuidado de las personas va más allá de lo físico. Un personal implicado, que brinda atención personalizada y apoyo emocional, es clave para la recuperación y la calidad de vida de nuestros mayores.

El Poder de la Conexión Humana

En nuestro centro sociosanitario, el personal no solo proporciona cuidados médicos y asistencia en las actividades diarias, sino que también se convierte en un pilar fundamental en la vida de nuestros mayores residentes.

Un equipo comprometido marca la diferencia de las siguientes maneras:

  • Creando un ambiente cálido y acogedor: Una sonrisa amable, un saludo cariñoso y un interés real por el bienestar de cada mayor hacen del centro un hogar.
  • Fomentando la autonomía y la autoestima: Alentar a los mayores a participar en actividades y tomar decisiones les devuelve el sentido de control y propósito.
  • Combatimos la soledad y el aislamiento: La conversación, el acompañamiento y las actividades compartidas crean conexiones entre el personal y el mayor, y entre mayores, reduciendo el sentimiento de soledad.
  • Brindando apoyo emocional: Escuchar las preocupaciones, miedos y alegrías de los mayores les ayuda a procesar sus emociones y sentirse comprendidos.
  • Celebrar los logros: Reconocer los avances, por pequeños que sean, les motiva y refuerza su autoestima.

En Privilegium, hemos sido testigos de cómo un personal implicado ayuda a una mejor recuperación y a transformar vidas:

  • Doña Ana, una residente con Alzheimer, solía estar retraída y ansiosa. Gracias a la paciencia y el cariño de Andrés, que aprendió sus canciones favoritas y le cantaba cada día, Doña Ana comenzó a sonreír y a participar en actividades.
  • Don Pedro, tras un ictus, perdió la movilidad en un brazo. Su fisioterapeuta, diaria y el ánimo que le proporciona el equipo, le ayudó a recuperar parte de su funcionalidad, devolviéndole la esperanza y la alegría por vivir.
  • Doña Luisa, una mujer extrovertida, echaba de menos las tertulias con sus amigas. El equipo de animación organizó encuentros para que pudiera compartir sus historias y risas con otros mayores y conocer a los familiares del resto de mayores le gusta de sobremanera.

En nuestro centro sociosanitario frente al Hospital Bellevue en Puerto de la Cruz, nos enorgullecemos mucho por poder contar con un equipo de profesionales apasionados por su trabajo y comprometidos con el bienestar de nuestros mayores.

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